A veces la vida se parte y te
sacude la impotencia. A veces te golpean las noticias malas o se hacen realidad
los temores más oscuros. A veces la realidad supera la ficción y las películas
te hacen protagonista sin tú quererlo. A veces, de la peor forma posible, te
das cuenta que la vida no sigue siempre un camino recto hacía delante, que a
veces, incluso, el ritmo se ralentiza y la dirección es marcha atrás. Y es
entonces cuando te acuerdas más de todo aquello que te queda por hacer que de
lo que ya has hecho. Por eso, déjame que te dé un consejo:
Basta de posponer tus sueños. Basta
de creerte incapaz de conseguir lo que te propongas. Basta de no atreverte a
hacer lo que realmente te apetece. Basta de perder tu valioso tiempo con quien
no te da la importancia que mereces. Basta de anclarte a relaciones que no te
hacen feliz. Basta de acobardarte ante el fracaso. Basta de no dar todos los
besos que te apetecen. Basta de no querer con todo el alma por miedo a
equivocarte. Basta de avergonzarte por haberte equivocado. Basta de no amar tus
imperfecciones y errores. Basta de reservar ese viaje que tanto deseas para un
futuro que nadie te asegura que llegará. Basta de no darle los suficientes
abrazos a tus amigos. Basta de no agradecer cada día lo bonito que es estar
rodeado de personas que son paracaídas. Basta de no disfrutar de ese baile en
la cocina o del sexo en el sofá. Basta de dejar que te venza la pereza. Basta
de no tratar de llegar a lo más alto que desees llegar. Basta de conformarse
por miedo. Basta de no darle a tu madre todos los achuchones que merece. Basta
de no compartir con tus padres todos los momentos que ellos un día te regalaron
a ti. Basta de perder el tiempo en discusiones que no llevan a ninguna parte. Basta de tanto móvil y tan poca realidad. Basta de no acariciar con amor a tus abuelos. Basta de no intentarlo, siempre,
una vez más. Basta de cumplir estereotipos y normas sociales impuestas. Basta.
Porque ahora crees que el miedo
incapacita, que el fracaso avergüenza y que el rechazo te humilla. Pero un buen
día es la vida la que dice basta y no pregunta. La vida que es tan maravillosa
que a veces se permite el privilegio de ser muy cabrona, de juntarse con quien
no debe y poner límites a ese futuro infinito que nosotros creemos tener en
nuestro poder. Y le va a dar igual si has declarado tu amor al amor de tu vida,
si le dijiste te quiero a tu mejor amigo o si le dijiste a tus padres lo
agradecida que estás de ser su hija. Le va a dar igual eso y los bienes
materiales que tengas. La vida no se vende, no se somete, no atiende a razones.
Así que disfruta hoy, besa hoy, aprovecha hoy, baila hoy y quiere a raudales
hoy.
Hola Juli!!! Quería decirte que tus textos, tus letras, tu esencia es magia! Escribís con el alma y eso me llega a mi, a miles de personas!
ResponderEliminarLeo tus escritos siempre que tengo un rato libre, o cuando no me puedo dormir, o cuando necesito despejarme un rato.. Por eso gracias!!
Saludos desde argentina
Millones de gracias. A mí me resulta magia el hecho de que me leáis desde el otro punto del mundo y me digáis cosas así de maravillosas. Un abrazo enorme desde España.
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