Léeme:

Siguenos en Blogger Siguenos en Facebook Síguenos en Twitter

jueves, 25 de mayo de 2017

Adiós.

          El día en que te fuiste me di cuenta de que nunca había escrito nada sobre ti. Será que me faltaban las palabras que siempre me sobraron con otros, porque tú me diste más besos que letras tiene el abecedario. Porque contigo descubrí el placer del silencio cuando hablan las miradas. Tienes los ojos más bonitos de Madrid. Al menos los más bonitos que yo he sido capaz de contemplar durante horas sin sentirme intimidada.
Ahora que te has ido, podría decirte que sigo asomándome a mi balcón de madrugada, aunque ya nunca huela a tabaco ni sepa a tus besos. Debería confesarte que una de estas noches de ausencia, lloré al descubrir que el edificio gris de enfrente ya no tiene ningún encanto, que sin nosotros ha vuelto a ser ruinas entre tanto cielo. Te reconozco que fui feliz y de eso no tengo dudas, que confié en ti, en lo que decías y, sobre todo, en lo que me hacías sentir. Y que si protesté fue porque me importabas y me interesaban más las soluciones que el problema. Soy coleccionista de cosas sin sentido y ahora tengo tres mil doscientos besos en el cajón de mi mesilla, esa que no he vuelto a abrir desde que tú la cerraste por última vez una noche de primavera. Gracias por haber llenado de besos un cuerpo plagado de miedos, por haber escuchado atento mis mil y una noches, por haberme mirado dormir. Gracias, sí, pero no a ti ni a mí, sino a la vida que nos enseña que breve no es sinónimo de malo, que todo nos lo da. 
En realidad, sé que contigo dejé de escribir porque no había ni un atisbo de dolor en mi pecho, todo era alivio. Y que si tampoco dediqué ninguna palabra al amor es porque no llegó a haberlo. Es cierto, yo no llegué a quererte nunca, pero estuve tan cerca que cupé mis 168 centímetros de ilusión sincera. Por eso llevo días echándote de menos porque esta vez no tengo miedo a mi cama fría, pero me abrasa el bochorno específico de tu ausencia.
Esto es lo que verdaderamente soy: letras y cielo, dudas y amor, pasión y caos. Y con todo y eso, me valoro y me quiero sin justificaciones.
Te has ido y lo respeto.

Nos echo de menos y lo respeto.  


No hay comentarios:

Publicar un comentario